Aquella tarde Hu-Ssong hizo una pregunta a sus discípulos:
– Tengo dos relojes. Este atrasa siempre un segundo.
Este otro está parado: no funciona. ¿Cuál de los dos es el mejor?
-El primero -respondieron a coro los discípulos.
-Quién sabe -dijo el filósofo-. Si la función de un reloj es marcar la hora con exactitud, entonces es mejor el reloj que está parado: dos veces al día marca la hora exactamente, mientras el otro, el que atrasa un segundo, no marca nunca la hora con exactitud.
Los discípulos callaron; no supieron ya qué responder.
Hu-Ssong sonrió:
-Tienen razón ustedes: el mejor reloj es el que atrasa un segundo. No es perfecto, pero es razonablemente bueno. Así hemos de vivir nosotros: razonablemente. Buscar la perfección es racional, pero no es razonable. La búsqueda de la perfección nos inmovilizará, como al reloj. Pongámonos a trabajar, aunque atrasemos un segundo.
Así dijo Hu-Ssong, y sus discípulos entendieron que decía verdad.
Fuente: Hu-Ssong. Que quién es ese? No sé, pero lo que importa es que es cierto lo que dice. Sobretodo porque nada es perfecto y el tiempo no se detiene.
muy bueno el cuento.. y la moraleja también….
Me gustan tus posts, es como mi seccion particular del “alquimista” :P y pues tienes razon, nada es perfecto, todo siempre tiene un defecto y buscar la perfeccion es gastar energias en algo que quizas nunca encuentres cuando podrias disfrutar muchisimo mas de lo que ya tienes.. Saludos.!
Amiga, mejor conclusión que la que has sacado, no hay! Gracias por ese aporte! Besos Loquisiuxchuuuuuuu
pues si, como decía mi amorcito, muchas veces nos enfocamos en buscar la perfeccion y no vemos que lo que tenemos enfrente es mas que perfecto o es todo lo que necesitamos :p
Y por cierto, lo de la situación hipotética venía de mi blog jajaja, huguito creo que ni enterado anda :p, a ver si participas, me daría mucho gusto :D
Saludos!