Esta noche vi una película que me mantuvo en suspenso y me envolvió psicológicamente lo suficiente como para ponerme a pensar la próxima vez que intente mentirle a alguien!
Enlace Mortal es más que un simple thriller. En su desarrollo se presentan cuestiones que se relacionan con la ética y la moral de las personas comunes; aquellos alejados de las grandes esferas; aquellos que pudiendo mantener una vida normal, se dejan impulsar por una sociedad que se ampara en un continuo desenfreno hacia un objetivo no definido y sin llegar nunca a descifrarlo concretamente.
El desarrollo presenta a dos contrafiguras que son el único sustento de los atrapantes 80 minutos que dura el filme. Por un lado, el hombre ataviado por su realidad, que busca la redención en manos de un salvador inusual que, además de la liberación del espíritu, le impone una expiación forzada a costa de su propia vida o la de sus seres queridos. Ronda dentro de este concepto, la idea del vengador anónimo que todo lo ve y todo lo registra. Aquel que sin llegar a ser un héroe, es un justiciero por mano propia y que caprichosamente, se inmiscuye en la vida del ciudadano común en busca de solucionar los problemas de la sociedad, pero sin darse cuenta de su propia infracción.
Además de los temas psico-sociológicos que desarrolla la producción y que pueden identificarse entrelíneas, la duración y la forma en que está filmada, hacen que todo sea mucho más accesible, porque justamente acerca al espectador al concepto del director. Enlace Mortal, es lo que se puede llamar una one scene movie, esto es: una película filmada casi íntegramente en un solo escenario, que por otro lado tiene la característica de ser sumamente cotidiano: cualquier calle céntrica que posea una cabina telefónica.
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